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lunes, 15 de febrero de 2010

Zona de Miedo (The Hurt Locker, 2009).


La mejor manera de competir con tu ex-marido.

Kathryn Bigelow llego muy temprano a mi vida, en plena adolescencia. Corría el año 1991, cuando apareció en cartelera una película de la cual no tenía ningún referente, el nombre de aquella película: Punto de Quiebra (Point Break, 1991).

De dicha película, sólo sabía que era protagonizada por el desaparecido Patrick Swayze, estrella de la empalagosa Ghost, La Sombra del Amor, que se había convertido en un éxito rotundo un año antes.

La película realmente me impactó, con los años la he vuelto a ver y no he perdido la misma emoción que me causa ese relato de una entrañable amistad en medio de tablas de surf, robos de bancos y máscaras de expresidentes gringos.

Más tarde descubriría otra realización de Kathryn, Días Extraños (Strange Days, 1995), cinta basada en un guión de su entonces esposo: James Cameron. ¿Quién pensaría que ese nombre vaticinaría los días extraños que vivimos hoy?, me refiero a la próxima entrega de los Oscares, en la que este matrimonio fracturado se enfrentará en una guerra sin cuartel, por conseguir la dorada estatuilla, con películas totalmente opuestas.

Por el lado Cameron, Avatar una “extraña mezcla” de Pocahontas con Star Wars, llena de sentimentalismo, emoción y puro entretenimiento palomero, por el lado Bigelow, Zona de Miedo un sórdido relato sobre los soldados que cumplen misiones prácticamente suicidas en Irak, después de la era Hussein.

Pero regresemos un poco a la segunda película que vi de Bigelow: Días Extraños, cuya acción transcurre en pleno cambio de siglo, de milenio. No se cuantos de los que están leyendo este blog la hayan visto, pero la verdad es sorprendente el manejo de la cámara en tanto al uso que le da la directora como referente del punto de vista de los personajes.

Hace mucho tiempo que la volví a ver, hay cosas que se me escapan de la misma pero prometo verla de nuevo y ampliar este comentario. Puedo decirles que es protagonizada por Ralph Fiennes, Juliette Lewis y Angela Basset.

Con estos dos referentes, más las buenas críticas, acudí a ver la comentada nueva cinta de la Bigelow: Zona de miedo (The Hurt Locker, 2009), la cual trata sobre un equipo anti-explosivos cuyos integrantes, día con día en un infierno provocado por puros y viles intereses, arriesgan el pellejo en misiones, en las que se desactivan todo tipo de artefactos.

Una especie de juego perverso al puro estilo de gato y ratón, en el que no siempre el más fuerte ganará.

El líder de dicho equipo es el SSG. William James (Jeremy Renner) quién ha llegado a Irak ha reemplazar al SSG. Matt Thompson (Guy Pearce). Los otros dos integrantes del grupo son el Sgt. Sanborn ( Anthony Mackie) y el Spc. Owen Eldrige (Brian Gerathy). Un equipo unido por un hilo tan frágil como un cuerpo humano frente a una bomba.

La película es cruda, realista, bien lograda; un cóctel de tensión, sordidez y dureza. Está llena de momentos que te transportan al borde del abismo en el que estos tres personajes van cayendo irremediablemente, donde al caer van perdiendo sus sueños, su vida, sus motivaciones. Quizá no es la mejor película que habla sobre la guerra, pero si es un muy buen ejercicio de realismo, alejado totalmente del sueño americano.

Al salir de la sala de cine me queda claro que después de la guerra, la vida nunca vuelve a ser la misma, pero no hablo de la vida de quienes ordenan ir al combate, sino de la vida de aquellos que lo enfrentan, quienes pelearon sin buscar ni la gloria ni la derrota, pero terminaron haciendo de la guerra, su única forma de vida.

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